Altamira, Tamaulipas.-

El presidente municipal de Altamira, Dr. Armando Martínez Manríquez, encabezó una intensa jornada de trabajo enfocada en la inauguración de obras que impulsarán el desarrollo de la zona rural del municipio.

En el Ejido Santa Amalia, se llevó a cabo la inauguración de la pavimentación de la calle Hidalgo. Con una inversión de 7 millones 287 mil 799 pesos con 50 centavos, la obra abarcó la implementación de concreto hidráulico y asfáltico, así como guarniciones, banquetas, alumbrado público y red de agua potable. Allí el alcalde Armando Martínez destacó el impacto directo de esta pavimentación en dos escuelas y anunció medidas adicionales de seguridad, incluyendo reductores de velocidad y la planificación de un cruce superior.

La directora de la Escuela Primaria Ignacio Allende, Victoria Álvarez Zúñiga, expresó su agradecimiento en nombre de la comunidad estudiantil, reconociendo el beneficio de la obra en cuestión.

Además, se anunció el inicio próximo de la pavimentación de 81 metros lineales en la calle Miguel Hidalgo y la rehabilitación de la barda de la Escuela Primaria Ignacio Allende, noticia gratamente recibida por los vecinos.

La jornada continuó con la inauguración de la ampliación de la cubierta metálica en la Secundaria Técnica No. 22 de Villa Cuauhtémoc. Con una extensión de 18 metros de fondo x 17 metros de ancho, la obra, cuya inversión abarcó 1 millón 48 mil pesos, fortalecerá las actividades educativas en la institución. En agradecimiento a su contribución, el alcalde recibió un reconocimiento por parte de la comunidad educativa.

Concluyó el jefe edilicio su agenda de trabajo con la inauguración de la pavimentación de concreto asfáltico en el camino al cementerio en Villa Cuauhtémoc. La inversión de 6 millones 824 mil 915 pesos incluyó la autorización de un colector por instrucciones del alcalde, abarcando 1.2 kilómetros de pavimentación.

Luego de cortar el listón inaugural de esta vialidad, el Dr. Armando Martínez Manríquez reafirmó el compromiso de su gobierno con la modernización de la zona rural, enfatizando que en su administración el pueblo Altamira es el que manda.