La crisis del agua producto de la sequia, contaminación y filtración de agua salada a la Laguna del Champayan está comenzando a causar estragos, lamentablemente en las familias vulnerables que habitan en los márgenes del Tamesí, hasta donde no llega el agua potable y difícilmente se consigue el agua de purificada.
Familias enteras han comenzado a enfermarse de la piel y gastrointestinales, siendo los más afectados, los adultos mayores y menores de edad, señaló Rosa Cabrales Gutiérrez, quien desde las zonas periféricas, alza la voz ante un gobierno federal inhumano y sordo a las necesidades de la población.
La angustiada mujer residente en «Torno Lago», ha decidido encabezar una lucha por el agua, junto a sus compañeros ejidatarios, destacando que son cada vez mas campesinos y pescadores quienes están dispuestos a manifestarse y ser escuchados, al grado de que se ha filtrado el dato que en breve estarán cerrando arterias principales y la Alcaldía del municipio de Altamira con palos y machete en mano.
Dijo que es lamentable la situación por la que atraviesa el sur de Tamaulipas, pues el gobierno federal se ha negado a mandar apoyo y el gobierno local no ha permitido que particulares apoyen en la limpieza de la laguna, «lo más triste es que nos estamos enfermando, solo les estamos dando paracetamol, porque no tenemos a donde ir», finalizó.